“La empresa privada, de la mano de la sociedad y con el apoyo del Estado, tiene la responsabilidad de generar la riqueza necesaria para impulsar el desarrollo económico del país, con una cultura corporativa ética basada en la libertad, la formación, la sostenibilidad, la solidaridad, el acatamiento a las leyes y la responsabilidad ambiental, en un entorno de respeto a los derechos humanos, que incluyen el derecho a la propiedad privada, el derecho a la libre empresa y el derecho al trabajo.”